Viene la calma, o eso se suele decir.
Han transcurrido casi dos semanas desde que Alex, Laura y Yi se subieron al avión en el aeropuerto de Entebbe. La concepción del tiempo en estos casos suele ser difusa. ¿Hace mucho de aquello o parece que fue ayer? En cualquier caso, mi rutina en esta pequeña ciudad del suroeste de Uganda se está al fin consolidando.
Aquí, mis días comienzan sin alarma. El cuerpo humano es más inteligente de lo que a veces pensamos y el mío se ha habituado a despertar entre las 8:45 y las 9:00. Tras un breve repaso de las notificaciones del móvil, enciendo el termo y me doy una ducha (casi siempre) caliente. He de decir que últimamente estoy en racha. Mientras me visto y compruebo el interior de mi inseparable mochila, aviso a mis boda boda (conductores de moto, a modo de taxistas) de confianza, que se presentan a los pocos minutos en la puerta de casa.
Desayuno en el bar de Fran, un reducto de paz, madera y naturaleza en pleno centro neurálgico de Fort Portal. Mientras degusto un extraordinario café, acompañado de huevos fritos y samosas rellenas de ternera, repaso temas de trabajo entre mis papeles, cuaderno y ordenador. A veces charlo con Fran sobre la vida y nos hacemos compañía, otras veces conozco a gente nueva con quienes acabo compartiendo un segundo café.
El trayecto hasta la obra atraviesa la ciudad y se abre hacia paisajes verdes y frondosos. Las Montañas de la Luna (cordillera de Rwenzori) presiden el horizonte mientras el aire fresco acaricia mi rostro. A cincuenta por hora me fijo en las mismas casas de siempre, los puestos de comida callejera, el constante desfile de personas junto a la carretera. A veces hace un sol abrasador, de repente el cielo se encapota y caen algunas gotas de lluvia. El clima es aquí como la vida, oscila entre luces y sombras, sin avisarnos de cuándo va a cambiar.
La llegada a la obra, desde la moto y a través de una pendiente bastante pronunciada, me sigue emocionando cada mañana. Los avances en esta fase se multiplican día tras día, y es que en breves estaremos ya trabajando en la cubierta. Aprovecho la ocasión y grabo sin cesar para mi documental, que Lara se encargará de editar tras mi regreso, no dejando ningún detalle fuera de la galería del móvil. Hablo con Bosco y comentamos dudas y siguientes pasos, explico a mi clienta el porqué de cada decisión y la previsión de trabajo para los siguientes días.
Su satisfacción mientras recorre las estancias de la casa no tiene precio.
Después de la tempestad, viene la calma.
Por suerte, y porque trabajo mucho para que así sea, tras cada decepción siempre llega una nueva ilusión. Estos meses, mi vida profesional ha sido una montaña rusa, pero me enorgullece enormemente ser capaz de tirar hacia adelante y surfear las olas, por grandes que parezcan.
He perdido el miedo al qué dirán, a la incertidumbre, al fracaso. Ahora domina la sensación de que cosas buenas acabarán llegando y de que mi trabajo seguirá teniendo sentido con cada proyecto realizado. En eso estoy centrado ahora mismo y es lo que me hace sentir feliz.
Pese a lo precipitado por las fechas, he decidido abrir 3 plazas para llevar a cabo una segunda edición de mi Taller de Arquitectura y Cooperación en Uganda. Según la disponibilidad de los interesados, las fechas oscilarán entre el 16 de febrero y el 15 de marzo, etapa en la cual coincidirán numerosos aspectos de la construcción a la vez. Estaremos construyendo falsos techos, colocando carpinterías, realizando la preinstalación eléctrica y de fontanería, construyendo la cocina y trabajando en los acabados. Será la época de mayor carga de trabajo… ¿Te animas a vivirla conmigo?
Si te interesa participar en el taller, puedes responderme a este email o escribirme un whatsapp al +34 639330455. Será un placer explicarte por teléfono los pormenores y resolver todas tus dudas. Y si estas fechas son demasiado precipitadas, pero te gustaría participar en futuras ediciones, no dudes en hacérmelo saber ☺️
Hasta aquí la edición de hoy. ¡Gracias por el apoyo!
Rafa
Una pasada descubrir tu newsletter, Rafael. Gracias por compartir tu experiencia. Tengo ganas de conocer más sobre los proyectos. Un abrazo.