Tras temer por la viabilidad de mis vuelos durante la última semana, debido a los conflictos bélicos que afectaron al espacio aéreo de Qatar, escribo estas líneas desde la Perla de África, Uganda.
El día antes de viajar comí con Jorge en Madrid. De todo lo que hablamos, aprendí una cosa sobre mí: soy más emocional de lo que creía. Si no fuera así, ¿por qué me intentaría ganar la vida como autónomo trabajando para proyectos pequeños y dedicando la mitad de mi vida a estar en mitad de África?
Si te soy sincero, esta vez no tenía muchos ánimos para regresar. Aunque dos meses y medio pueda parecer mucho tiempo, yo sentí que no había sido el suficiente para recuperarme de mi último proyecto, desconectar y descansar. Es más, no quería viajar de nuevo porque en ese tiempo no había sido capaz de sentir que recuperaba mi rutina. ¿Conoces la sensación de no querer llenar la nevera porque sientes que pronto tendrás que marcharte y todo se pondrá malo? Pues así.
Sin embargo, la llegada a Entebbe supuso un soplo de aire fresco. Inesperado, pero agradable. Pese a mis dudas sobre esta nueva aventura, respirar el denso aire africano me quitó de un plumazo un enorme peso de encima. Mensajes como este también ayudaron:
Esta vez podía ser una nueva primera vez.
En Uganda, la cultura popular y el idioma se encuentran profundamente vinculados.
En la región de Fort Portal, que pertenece al reino de Tooro en el que ha vivido durante siglos la tribu Mutooro, el idioma local se conoce como Rutooro. Pese a que traducimos este idioma al inglés o al español por necesidad, para tratar de entenderlo y ser capaces de comunicarnos con la gente de aquí, la lógica lingüística tiene poco o nada que ver con la del latín. Sí, he dado algunas clases, ¡pero no es nada fácil!
Por la mañana, la pregunta más común en Rutooro es “Oraire ota”, que quiere decir algo así como “qué tal has dormido” o “cómo ha ido la noche”. En otras palabras, no se dan los buenos días; lo que importa fue lo que ya ha pasado, la noche. Si esta ha sido plácida y todo va bien en el nuevo día, la respuesta… ya la habréis adivinado (menudo spoiler el título de esta edición!!): “Ndaire kurungi”.
Si algo me sigue enseñando la cultura bantú, año tras año, es la importancia de relativizar las cosas. Hasta Antonio Gala, que de bantú tenía poco (o quizás solo en apariencia), dijo una vez que para él “la felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”. Para esta cultura, lo único que importa es lo que ya ha pasado. Quizás esta sea una de las razones por las que aquí casi nadie se preocupe por el futuro.
Por el contrario, el futuro es una de mis principales preocupaciones. No especialmente el mío, aunque pongo empeño para que se desarrolle de la mejor forma posible, sino del de los demás, sobre todo el de los niños y niñas que reciben la ayuda de los proyectos con los que colaboro.
Y de eso va, precisamente, mi primer documental.
De futuro, porque pretende inspirar a otros a seguir el camino de la cooperación.
De honestidad, porque sin ella es imposible producir un impacto positivo en los demás.
De valentía, porque es necesaria en un mundo que nos empuja a disfrutar de nuestras infinitas comodidades.
De colaboración, porque solos podemos llegar más rápido, pero juntos llegaremos más lejos.
Si todo sale como está previsto, regresaré a España a finales de septiembre. Debido a que presentaremos el documental a diferentes festivales cinematográficos, he decidido que los estrenos serán presenciales.
Madrid, Barcelona, Valencia… ¡allá vamos!
Pero nada de esto habría sido posible sin Lara Capeáns 💛
Visitarla en Vigo hace unas semanas fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca. Allí no solo vi de primera mano con ella el montaje terminado de mi primera producción audiovisual profesional, sino que también descubrí en ella una persona maravillosa con quien quiero seguir construyendo proyectos con sentido.
¿Lo mejor? Que aún nos queda todo por hacer.
¡Hasta la próxima!
Muuucho cariño y ánimo, Rafa!! 🤍 Ve compartiendo cositas de estos meses que nos gusta seguirte la pista de cerca!!
Seguimos 💪🏽🤗
Sigue construyendo tu sueño, Rafa.
La gente como tu hace del mundo un lugar mejor.
Eres una inspiración para muchos, compañero